¿Cómo pierden dinero las empresas de transporte?

Manejamos escenarios en el que los márgenes de utilidad en todos los sectores de transporte están siendo reducidos debido particularmente a los aumentos en el precio de los insumos y del combustible, o bien, en el caso de algunos países a la sobreoferta del parque automotor.

Esto conlleva a que el empresario esté todavía más interesado en generar dinero para su empresa olvidando que el mantenimiento programado, controlado y administrado de la flota es la mejor manera de lograr un mayor margen de rentabilidad en el negocio.

En este orden de ideas, y según el Ingeniero colombiano Manuel Peralta, egresado de la Universidad Industrial de Santander en Colombia, los factores de mantenimiento que afectan económicamente el rendimiento de la flota son:

• No aplicar las rutinas y programas de mantenimiento previstos.
• Hacer reparaciones de dudosa calidad en aras de reducir costos.
• No disponer de personal idóneo, calificado y en número suficiente para ejecutar el mantenimiento a la flota de transporte.
• Dejar tareas pendientes en la orden de trabajo.
• Tener un plan y programa de mantenimiento sin indicadores.
• Falta de entrenamiento a los conductores operadores de los equipos.
• No aplicar los procesos y procedimientos indicados por el fabricante en los manuales.
• Utilizar repuestos genéricos en lugar de repuestos y partes originales con el argumento de que son similares, duran lo mismo y cuestan menos.
• No utilizar herramientas y equipos especializados para llevar a cabo las reparaciones.

Algunas recomendaciones adicionales que deben tomarse en cuenta para propiciar condiciones óptimas de mantenimiento que deriven en el ahorro de costos, incluye homogeneizar la flota siempre que sea posible, es decir, hacerse de vehículos de una misma marca y modelo que nos permitan hacer compras de insumos y respuestos al mayor con mejores precios, y la capacidad de tener piezas para recambio con mayor facilidad, así como asegurar contratos o presupuetos en condiciones beneficiosas con quienes prestan servicios altamente especializados para un modelo en específico, sean estos concesionarios, talleres o particulares.

También hay que tomar en cuenta que en algunos casos resulta más beneficioso establecer la periodicidad de las actividades de mantenimiento preventivo por tiempo en vez de por kilómetros recorridos, especialmente si se cuenta con flotas con operaciones menos fuertes o con escasa carga de trabajo o recorrido. Un vehículo con poca actividad puede que no alcance a recorrer el kilometraje necesario para los servicios básicos en ocho meses o incluso en un año, en este caso es preferible establecer cada seis meses los servicios más básicos, como revisiones de fluidos o el reemplazo de aceite y filtros, sin esperar a que el odómetro indique cierta cantidad de kilómetros.

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